Asco dais al palmear,
con las manitas en alto,
y que casi os dé un infarto
con la "venita irritá".
Asco dais al molestar,
a los miembros de un cortejo,
con vuestro andar cangrejo
de muy poca educación,
y no dejar caminar
a acólitos con ciriales
que aguantan, pobres chavales
que los pisotee un cabrón.
Asco dais, con esa cara,
que se os pone delante,
de mamonas arrogantes
a los que todo da igual.
Y desde vuestra piara,
que formáis como borregos,
se ve que os suda los "webos"
a quien vayáis a empujar.
Asco dais, pero además,
os creéis que sois cofrades,
y de los más ejemplares,
de toda la cristiandad.
Y lo que sois es una grey,
con muy poquita vergüenza,
que arrolla y que tropieza
con el que bien puesto está.
Asco dais, y si pensáis,
que lo que hacéis es correcto
y que aquí, "to" los defectos,
los tiene el que firma abajo.
Mejor será que no leáis
lo que es la despedida,
para que en ella os diga:
¡que os comáis un ca... jón de brevas!